domingo, 7 de junio de 2009

Chevron, Shell y el verdadero costo del petróleo

Por Amy Goodman/www.democracynow.org/es

La economía es un caos, el desempleo aumenta, la industria automotriz está colapsando. Pero las ganancias de las empresas petroleras Chevron y Shell son más altas que nunca. Sin embargo, alrededor del mundo—desde la selva ecuatoriana, hasta el Delta del Níger en Nigeria, pasando por los tribunales y las calles de Nueva York y San Ramón, California—la gente está luchando contra las gigantes petroleras del mundo. Shell y Chevron están en el centro de atención debido a sus asambleas de accionistas y a un juicio histórico, dos hechos que están ocurriendo esta semana.

El 13 de mayo, las Fuerzas Armadas nigerianas lanzaron un ataque contra poblados en el Delta del Níger, una zona del país rica en petróleo. Se teme que cientos de civiles hayan muerto en la ofensiva. Una celebración en el poblado de Oporoza, en el área del delta, fue atacada, según Amnistía Internacional. Un testigo le dijo a la organización: “Escuché el sonido de una aeronave; vi dos helicópteros militares disparando a las casas, al palacio, disparándonos a nosotros. Tuvimos que correr a un lugar seguro dentro de la selva. En los matorrales, escuché a adultos llorando, tantas madres que no podían encontrar a sus hijos; todos corrieron para salvar sus vidas”.

Shell afronta un juicio en un tribunal federal de Estados Unidos, el caso Wiwa contra Shell, en base a la supuesta colaboración de la petrolera en la violenta represión del movimiento de base del pueblo Ogoni, del Delta del Níger, llevada a cabo por la dictadura nigeriana durante la década del 90. Shell explota las riquezas petroleras del Delta del Níger, provocando desplazamientos, contaminación y deforestación. La demanda también afirma que Shell ayudó a eliminar el Movimiento por la Sobrevivencia del Pueblo Ogoni y a su carismático líder, Ken Saro-Wiwa. Saro-Wiwa había sido el guionista de la telenovela más popular de Nigeria, pero decidió unirse a los Ogoni, cuyo territorio cerca del Delta del Níger había sido surcado por oleoductos. Los niños de Ogonilandia, como se denomina su tierra, no sabían lo que era una noche oscura, vivían bajo los destellos de las llamaradas, llamaradas de gas del tamaño de un edificio de apartamentos que estaban encendidas día y noche, y que son ilegales en Estados Unidos.

Entrevisté a Saro-Wiwa en 1994. Me dijo: “A las empresas petroleras les gustan las dictaduras militares porque, básicamente, bajo estas dictaduras pueden estafar. Las dictaduras son brutales con la gente, y puedan negar los derechos humanos de las personas y de las comunidades muy fácilmente, sin escrúpulos", y agregó: “En lo que a mí respecta, soy un hombre marcado”.

Saro-Wiwa regresó a Nigeria y fue arrestado por la Junta Militar. El 10 de noviembre de 1995, luego de un juicio arreglado, fue colgado junto con otros ocho activistas Ogoni.

En 1998, viajé al Delta del Níger con el periodista Jeremy Scahill. Un ejecutivo de Chevron que se encontraba allí nos dijo que la empresa transportó tropas de la mal reputada Fuerza Policíal Móvil nigeriana–conocida por su política de “matar e irse”-, en un helicóptero que le pertenecía a la compañía, hasta una lancha petrolera que había sido ocupada por manifestantes no violentos. Dos manifestantes fueron asesinados, y muchos otros fueron arrestados y torturados.

Oronto Douglas, uno de los abogados de Saro-Wiwa, nos dijo: “Está muy claro que Chevron, al igual que Shell, utiliza a las Fuerzas Armadas para proteger sus actividades petroleras. Perforan y matan”.

Chevron es el segundo mayor accionista (después de la empresa petrolera francesa Total) del proyecto del campo de gas natural y gasoducto de Yadana, en Birmania (que la Junta Militar ha renombrado "Myanmar"). El gasoducto es la mayor fuente primaria de ingresos de la Junta Militar, y sus ganacias le sumaron un total de alrededor de mil millones de dólares en 2007. La Premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, que fue elegida popularmente como líder de Birmania en 1990, ha estado bajo arresto domiciliario durante 14 de los últimos 20 años, y tendrá que comparecer ante los tribunales nuevamente esta semana (el martes, el gobierno dijo que había puesto fin al arresto domiciliario de Suu Kyi, pero permanece detenida, en espera del resultado del juicio). El gobierno de Estados Unidos prohibió a las empresas estadounidenses invertir en Birmania desde 1997, pero Chevron tiene una exoneración, que heredó cuando adquirió la empresa petrolera Unocal.

Una larga lista en la que se enumeran abusos similares cometidos por Chevron, desde Filipinas a Kazajistán, Chad, Camerún, Irak, Ecuador y Angola, y en todo Estados Unidos y Canadá, es detallada en un “informe anual alternativo” preparado por un consorcio de organizaciones no gubernamentales, que está siendo distribuido a los accionistas de Chevron en su asamblea anual de esta semana, y al público en TrueCostofChevron.com.

Chevron está siendo investigada por el Fiscal General del Estado de Nueva York, Andrew Cuomo, acerca de si la empresa fue “precisa y exhaustiva” en la descripción de sus potenciales responsabilidades legales. Sin embargo, goza de una larga tradición de contratar a gente con poder político. Condoleezza Rice fue directora de la empresa durante mucho tiempo (incluso había un buque petrolero con su nombre), y el nuevo asesor general recientemente contratado es nada menos que el desprestigiado abogado del Pentágono, William J. Haynes, quien defendió las “técnicas de interrogatorio severas”, incluso el submarino. El General James L. Jones, Asesor de Seguridad Nacional del Presidente Barack Obama, formó parte de la Junta de Directores de Chevron durante la mayor parte de 2008, hasta que recibió la designación de alto nivel en la Casa Blanca.

Saro-Wiwa dijo antes de morir: “Vamos a exigir nuestros derechos en forma pacífica, sin violencia, y venceremos”. Un movimiento popular mundial está creciendo para lograr justamente eso.

De: Columna de Amy Goodman
Para: liga_socialista@yahoo.es

sábado, 6 de junio de 2009

TODO EL APOYO A LA HEROICA LUCHA DE LOS PUEBLOS AMAZONICOS

El APRA ha vuelto a recordar que las masacres de su primer gobierno, como Cayara y el Frontón, o el asesinato selectivo, vía paramilitares, de dirigentes obreros y populares como Saul Cantoral no son asunto del pasado.

El 5 de junio del 2009, Alan García, sacándose la mascareta democrática y de ‘diálogo’, ordenó la represión brutal de dirigentes y luchadores indígenas. El saldo de esta brutal represión cuenta con más de 100 heridos, 45 de los cuales con impactos de bala, 27 nativos y 13 policías muertos. Esta masacre contra los indígenas de la Amazonía peruana merece nuestra más profunda solidaridad con la lucha amazónica que se viene desarrollando en diferentes lugares del país y el total rechazo y condena al gobierno y régimen terrorista que pretende imponernos el actual gobierno del APRA.

El APRA llegó al poder con un programa de gobierno demagógico y que se ha ido revelando como mentiroso, uno de los puntos centrales que le vendieron al pueblo peruano fue la no firma del TLC. Hoy producto de esta felonía se han promulgado una serie de decretos que vulneran la soberanía del país y embargan nuestros recursos naturales a manos extranjeras, para permitir los acuerdos firmados del TLC con EEUU, además con China y Chile. Es dentro de este marco legal que se pretende concesionar, los bosques amazónicos, el subsuelo, el agua, minerales, petróleo, gas, etc. al mejor postor. El argumento del gobierno: “los nativos y comunidades campesinas son una minoría de la población peruana que no pueden entorpecer el desarrollo del país”,… “esto nos pertenece a todos los peruanos”. Pero en palabras de Aurelio Pastor (parlamentario aprista) “el objetivo de las normas es incentivar la inversión privada”, es decir, romper con los derechos colectivos que los pobladores amazónicos tienen sobre su territorio en favor de la propiedad privada empresarial.

La actual lucha amazónica marca el punto más alto y un salto en el desarrollo de las luchas populares en nuestro país, que, a diferencia de principios de la década tiene una población que viene recuperando iniciativa de lucha, se reagrupa en torno a organizaciones resueltas a luchar con independencia y dispuestas a llegar hasta el final y sobre todo va redescubriendo métodos y tradiciones que el neoliberalismo intentó barrer con el terror fujimorista, la imposición continuista de Toledo o la sebosa humanidad de los apristas que hoy están en el poder.

No se trata de una lucha aislada, es la lucha por nuestra soberanía, los amazónicos expresan hoy mejor que nadie la necesidad de defender un patrimonio que no se puede negociar, la amazonia es un ecosistema frágil donde cualquier perturbación puede desencadenar la desaparición de especies únicas de plantas, animales y de las comunidades humanas que viven de ellos, además de ser el único “pulmón” del mundo. No se trata de “tierras eriazas”, es decir, sin uso, por el contrario son bosques, ríos, montes que forman parte de un delicado equilibrio y esto lo sabe el “experto” Antonio Brack, ministro neoliberal del ambiente.

El hecho de que el gobierno haya derogado alguno de estos decretos sólo ha sido posible por la presión y movilización de los pueblos originarios. Va contra la implementación de la política económica hambreadora y de saqueo de nuestros recursos a manos de las transnacionales capitalistas. Tengamos en cuenta que estos planes son parte del proyecto que el imperialismo tiene para salir de su crisis cargando sobre nuestros países sus miserias.

Impulsemos la victoria de los pueblos amazónicos para que sirva de ejemplo a la clase trabajadora (que está siendo golpeada por la crisis económica) para movilizarse, emprender una lucha organizada y unitaria que fusione en un solo puño la lucha de los trabajadores del campo y la ciudad.

La CGTP debe dejar de lado la negociación y el cálculo electoral e impulsar medidas de lucha con una política que marque una posición clara ente la masacre y el genocidio perpetrado por el Estado, debe convocar a movilizaciones y acciones de lucha concretas asumiendo la lucha amazónica como una lucha por nuestra soberanía territorial frente a la penetración imperialista en nuestro país. La dirección de la FDTC debe hacer otro tanto. Es hora de concretizar la más amplia unidad para enfrentar la ofensiva autoritaria del gobierno y abrir un nuevo capítulo en las luchas populares.

Exigimos la derogatoria inmediata de los decretos legislativos inconstitucionales que afectan a los derechos de las comunidades nativas.

Llamamos a todo el pueblo a salir a las calles a respaldar esta importante lucha que involucra a todos los peruanos. Derrotemos la Violencia Aprista y a su gobierno con el Paro Nacional de todo el pueblo



Muerte al gobierno aprista-genocida y sus lacayos.

Por una asamblea constituyente soberana y con poder, con representantes de los trabajadores.

Formar asambleas populares y comités de apoyo.

Huelga general indefinida, hasta que caiga el gobierno.

Todo el pueblo a las calles.

Muerte al capitalismo, por un gobierno obrero campesino y popular

Socialismo o muerte, venceremos.

Viva la lucha de los pueblos amazónicos.



Cusco 6 de junio de 2009

Liga Socialista y Juventud Socialista